Un fluido difícil de encender o que muestra una tendencia muy baja a propagar flama. Lubricante utilizado en aplicaciones hidráulicas peligrosas o en altas temperaturas. Tres tipos comunes de Fluidos resistentes al fuego son: (1) Emulsiones de Agua-Aceite mineral, en la que el agua evita la combustión del aceite; (2) Fluidos Agua-Glycol; y (3) Fluidos no acuosos o de baja volatilidad, tales como ésteres fosfatados, silicones y fluidos hidrogenados de hidrocarburos.
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