Motores diesel
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Los mayores problemas para mantener la salud del motor diésel son el desgaste y la contaminación. Los cuatro peores enemigos de un aceite de motor son la suciedad, el hollín, la dilución del combustible y el glicol o refrigerante del motor.
Suciedad
La abrasión es el resultado de un movimiento de corte o grabado causado por la circulación de partículas duras o protuberantes en superficies duras, desgastando superficies más blandas. Las fuentes de desgaste abrasivo suelen incluir contaminantes como la suciedad que ha penetrado en el sistema de aceite de un componente y las partículas metálicas abrasivas resultantes. La suciedad se identifica mediante análisis espectroscópico en forma de silicio y aluminio.
Hollín
El hollín del combustible es un indicador de la eficiencia de combustión de un motor. Una concentración excesiva de hollín promueve la gelificación del aceite y los lodos en el motor, lo que resulta en una mala circulación del aceite. La eficiencia y la sincronización de los inyectores, la integridad de la junta del pistón de anillo, el consumo de aceite y la carga afectan a las concentraciones de hollín de combustible. Los resultados se dan en % por peso.
Dilución por combustible
La dilución por combustible es la cantidad de combustible no quemado presente en el lubricante de un motor. La dilución excesiva de combustible, asociada más comúnmente con inyectores de combustible o ensamblajes de sistemas de combustible obstruidos o que funcionan mal, reduce la lubricidad, disminuye la capacidad de carga de lubricante y aumenta la probabilidad de un incendio y/o explosión del cárter del cigüeñal. La dilución por combustible se mide con mayor precisión mediante cromatografía de gases y se informa en % de volumen.
Glicol
Un resultado positivo indica la presencia de contaminación por glicol, relacionada con frecuencia con una fuga entre el cárter y el sistema de refrigeración del motor. Los contaminantes de glicol promueven el desgaste, la corrosión, la degradación de los lubricantes y la formación de lodos. Si el análisis del aceite indica la entrada de agua o la presencia de aditivos de refrigerantes, se recomienda realizar pruebas químicas adicionales para confirmar la contaminación con glicol.
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