Motores diésel
Los mayores problemas para mantener la salud del motor diésel son el desgaste y la contaminación. Los cuatro peores enemigos de un aceite de motor son la suciedad, el hollín, la dilución del combustible y el glicol o refrigerante del motor.
Sistemas hidraúlicos
La limpieza del fluido hidráulico es crítica para el rendimiento óptimo del sistema hidráulico y debe ser monitoreada regularmente con un análisis de aceite para asegurar la condición y confiabilidad del sistema a un costo mínimo.
Combustible almacenado
Los combustibles almacenados durante más de seis meses están sujetos a degradación por envejecimiento (productos oxidantes, acumulación de condensación, crecimiento microbiológico) y deben someterse a pruebas periódicas para garantizar un rendimiento fiable y satisfactorio si se utilizan en sistemas que no funcionan continuamente.
Sistemas de refrigeración
Los laboratorios de Bureau Veritas son conscientes de las demandas que los diseños de motores actuales imponen al sistema de enfriamiento para absorber el calor transferido desde el motor, la transmisión y los fluidos hidráulicos. Los problemas con el sistema de enfriamiento pueden acortar la vida útil de los componentes en todos los sistemas de la máquina.
Transmisiones y diferenciales
La implementación de un programa de análisis de aceite rutinario para monitorear el desgaste y contaminación en la transmisión es la manera más viable para prevenir fallas en la transmisión, reducir el tiempo de inactividad y controlar los costos de mantenimiento.
